Presentación de Canto del Caminar, de Claudio Rodríguez

El próximo viernes 17 de enero presentaremos el libro, Canto
del caminar, poesía completa
de Claudio
Rodríguez
, que será presentado por Javier Lostalé, Carlos María Mainez,
Fernando Villamía y Pablo Méndez, será en la Biblioteca Eugenio Trías de El
Retiro, Paseo de Fernán Núñez, nº 24 a las 19: 30 horas.
I
Siempre la claridad viene
del cielo;
es un don: no se halla
entre las cosas
sino muy por encima, y las
ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la
noche
cierra el gran aposento de
sus sombras.
Y esto es un don. ¿Quién
hace menos creados
cada vez a los seres? ¿Qué
alta bóveda
los contiene en su amor?
¡Si ya nos llega
y es pronto aún, ya llega a
la redonda
a la manera de los vuelos
tuyos
y se cierne, y se aleja y,
aún remota,
nada hay tan claro como sus
impulsos!
Oh, claridad sedienta de
una forma,
de una materia para
deslumbrarla
quemándose a sí misma al
cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que
espera.
Si tú la luz te la has
llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada
del alba?
Y, sin embargo –esto es un
don–, mi boca
espera, y mi alma espera, y
tú me esperas,
ebria persecución, claridad
sola
mortal como el abrazo de
las hoces,
pero abrazo hasta el fin
que nunca afloja.
II
Yo me pregunto a veces si
la noche
se cierra al mundo para
abrirse o si algo
la abre tan de repente que
nosotros
no llegamos a su alba, al
alba al raso
que no desaparece porque
nadie
la crea: ni la luna, ni el
sol claro.
Mi tristeza tampoco llega a
verla
tal como es, quedándose en
los astros
cuando en ellos el día es
manifiesto
y no revela que en la noche
hay campos
de intensa amanecida
apresurada
no en germen, en luz plena,
en albos pájaros.
Algún vuelo estará quemando
el aire,
no por ardiente sino por
lejano.
Alguna limpidez de estrella
bruñe
los pinos, bruñirá mi
cuerpo al cabo.
¿Qué puedo hacer sino
seguir poniendo
la vida a mil lanzadas del
espacio?
Y es que en la noche hay
siempre un fuego oculto,
un resplandor aéreo, un día
vano
para nuestros sentidos, que
gravitan
hacia arriba y no ven ni
oyen abajo.
Como es la calma un yelmo
para el río
así el dolor es brisa para
el álamo.
Así yo estoy sintiendo que
las sombras
abren su luz, la abren, la
abren tanto,
que la mañana surge sin
principio
ni fin, eterna ya desde el
ocaso.
Canto del caminar, de Claudio
Rodríguez
. Ediciones Vitruvio. Número 800 de la Colección Baños del Carmen.

from Blogger https://ift.tt/2tUxLvg
via IFTTT

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>